Te ayudamos a elegir tu formación, pulsa aquí.
El ciclo de ovulación es el proceso por el cual uno o más óvulos maduran y son liberados por los ovarios cada mes, preparando al cuerpo para un posible embarazo. El ciclo de ovulación está regulado por las hormonas sexuales femeninas, principalmente el estrógeno y la progesterona, y se divide en tres fases: folicular, ovulatoria y lútea.
En el blog de hoy, conoceremos más en profundidad el tema del ciclo de ovulación, qué es y cómo afecta a tu fertilidad, así como comprender de lleno el SOP y la importancia de la psicología y la educación sexual. ¡Vamos allá!
La fase folicular comienza el primer día de la menstruación y termina cuando se produce la ovulación. Durante esta fase, el cerebro envía señales a los ovarios para que empiecen a desarrollar varios folículos, que son unas estructuras que contienen los óvulos inmaduros. Uno de estos óvulos madurará más que los demás y será el que se libere en la ovulación. Al mismo tiempo, el estrógeno estimula el crecimiento del endometrio, que es la capa interna del útero donde se implantaría el óvulo fecundado.
La duración de la fase folicular, puede variar de una mujer a otra y de un ciclo a otro, pero suele oscilar entre 10 y 16 días. Para calcular la fecha de ovulación, se puede utilizar una calculadora de ovulación, que estima el día más fértil en base a la duración media del ciclo menstrual y la fecha de la última regla.
La fase ovulatoria es la más corta del ciclo de ovulación y se produce cuando el óvulo maduro sale del folículo y viaja por las trompas de falopio hacia el útero. Este proceso se llama liberación del óvulo u ovulación y suele ocurrir alrededor de la mitad del ciclo, entre el día 12 y 16, aunque puede variar según la duración del ciclo y de la fase folicular.
La ovulación es el momento en el que se tiene más probabilidades de quedarse en estado si se mantienen relaciones sexuales sin protección, ya que el óvulo puede ser fecundado por un espermatozoide en las siguientes 24 horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los espermatozoides pueden sobrevivir al tracto reproductivo femenino hasta cinco días, por lo que el período fértil se extiende desde unos días antes hasta unos días después de la ovulación.
Para saber cuándo se produce la fase ovulatoria, se pueden utilizar diferentes métodos, como el seguimiento de la temperatura basal, que es la temperatura corporal más baja que se registra al despertar, y que suele aumentar ligeramente después de la ovulación, el análisis del moco cervical, que cambia de aspecto y consistencia lo largo del ciclo, siendo más transparente, elástico y abundante en la fase ovulatoria: o el uso de test de ovulación, que detectan el aumento de la hormona luteinizante (LH) en la orina, que se produce una horas antes de la ovulación y que es la que desencadena la liberación del óvulo.
La fase lútea comienza inmediatamente después de la ovulación y termina con el inicio de la siguiente menstruación. Suele durar alrededor de 14 días, a menos que tenga lugar la fertilización. Durante esta fase, el folículo que ha liberado el óvulo se transforma en el cuerpo lúteo, que es una estructura que produce progesterona, una hormona que mantiene el endometrio engrosado y preparado para la implantación del óvulo fecundado. Si el óvulo no es concebido, el cuerpo lúteo se degenera y los niveles de progesterona disminuyen, provocando el desprendimiento del endometrio y el sangrado menstrual.
La duración de la fase lútea suele ser más constante que la de la fase folicular, como hemos mencionado, suele durar 14 días, pero puede variar entre 10 y 16 días. Una fase lútea más corta de lo normal puede dificultar la concepción, ya que el endometrio no tiene tiempo suficiente para desarrollarse y albergar al óvulo fecundado.
Se considera que el ciclo menstrual es regular cuándo dura aproximadamente 28 días, con una variación de más o menos siete días. Sin embargo, muchas mujeres experimentan ciclos irregulares, que son aquellos que varían en su duración, frecuencia o cantidad de sangrado de forma impredecible. Los ciclos irregulares pueden deberse a diferentes causas, como el estrés, los cambios de peso, los trastornos hormonales, los problemas de tiroides, la menopausia o el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
El SOP es un trastorno endocrino que afecta a entre el 8% y el 13% de las mujeres en edad reproductiva y que se caracteriza por la presencia de múltiples quistes en los ovarios, que son unos sacos llenos de líquido que contienen ovarios inmaduros. Estos quistes alteran la producción de hormonas sexuales femeninas, provocando un exceso de andrógenos, que son las hormonas sexuales masculinas. El SOP puede causar diversos síntomas, como irregularidad o ausencia de la menstruación, hirsutismo (exceso de vello corporal), acné, obesidad, resistencia a la insulina o infertilidad. Hasta el 70% de las mujeres afectadas en todo el mundo no están diagnosticadas.
El tratamiento de los ovarios poliquísticos, se basa en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida de las mujeres afectadas. Algunas medidas que pueden ayudar son: la pérdida de peso, una dieta equilibrada, el ejercicio físico, el uso de anticonceptivos hormonales para regular el ciclo menstrual y el tratamiento farmacológico para reducir los niveles de andrógenos y de insulina. En los casos en los que se desea el embarazo, se puede recurrir a la estimulación ovárica con medicamentos o a las técnicas de reproducción asistida.
La intersección entre la psicología sexual, la educación sexual y el ciclo de ovulación es fundamental para comprender y optimizar la salud sexual y reproductiva. La psicología sexual examina las dimensiones emocionales y psicológicas de la sexualidad, mientras que la educación sexual aborda la información y habilidades necesarias para mantener relaciones saludables. En el contexto del ciclo de ovulación, la comprensión de las fluctuaciones hormonales y sus efectos en el deseo sexual y el estado de ánimo puede mejorar la comunicación y la conexión emocional entre parejas. Además, la educación sexual proporciona herramientas para la toma de decisiones informada sobre la planificación familiar y la fertilidad, permitiendo a las personas aprovechar al máximo las distintas fases del ciclo reproductivo. Integrar estos aspectos en la educación sexual contribuye a una experiencia más completa y satisfactoria en la sexualidad, promoviendo el bienestar integral.
Nuestro portfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de postgrado y máster
Ver oferta formativa