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La palabra sharenting es un anglicismo proveniente de la palabra share que significa compartir y de parenting cuyo significado es paternidad. Constituye una práctica que ya es prácticamente un hábito en los padres y está basada en la publicación de fotos, también de vídeos o de otro tipo de información en Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otra red social.
Los padres se han dedicado a hacer publicaciones de sus hijos que van desde ecografías hasta sus primeros pasos, vacaciones, fiestas, logros en el colegio, compartir con amiguitos, y cualquier otro acontecimiento u hecho de la vida de sus niños, y es que consideran que pueden compartir todo lo relativo a sus hijos en Internet. Este fenómeno ha ido creciendo cada vez más y ahora los progenitores tienden a compartir demasiado la vida privada de sus hijos.
Sin embargo, existe un lado no amable del sharenting, aunque la mayoría de los padres suben publicaciones de sus hijos sintiéndose orgullosos y alegres, puede no tener buenas consecuencias. Por un lado, muchas personas pueden aprovecharse de la información para rastrear la identidad o la ubicación.
Por otra parte, muchas imágenes de niños se han subido a internet y se han viralizado, muchas veces convirtiéndose en memes muy populares, pero también marcado la vida de esa persona. A muchos usuarios que les ha ocurrido esto afirman no sentirse complacidos que sus fotos circulen por la red, llegando asegurar que esto les cambió la vida.
Hasta la fecha no ha habido ninguna generación de niños cuya infancia haya sido tan pública como la de ahora, y es que esto que sucede incluso sin el permiso explícito por parte del niño, puede conllevar a distintos peligros, entre los que destacan el ciberacoso, la suplantación o robo de identidad, robo de datos y muchos otros delitos que se relacionan con Internet.
Para los estudiosos del tema, el sharenting es una puerta completamente abierta a los fraudes en Internet, y es que sin duda, muchos padres comprometen incluso la seguridad financiera de sus hijos, al publicar sus datos en la red. Uno de los grandes problemas que puede traer el sharenting es la suplantación de identidad.
Pareciera que muchos padres no se dan cuenta que hacen de sus hijos un blanco para el fraude, pues al compartir información sobre ellos, la misma permanece en la red y puede ser utilizada para hackear contraseñas y para suplantar la identidad. Se revelan nombres, edad, dirección, el lugar en el cual estudian, fecha de nacimiento y hasta el nombre de sus mascotas, y al transcurrir los años, ya cuando los niños pasan a ser adultos, la información permanece en la red y la misma es usada para estafas de compras online, transacciones con tarjetas de créditos y hasta préstamos fraudulentos.
Incluso el sharenting hace posible que las imágenes publicadas sean usadas para pornografía infantil, ciberacoso y ciberbullying.
A medida que los padres van publicando la vida privada de sus hijos, se les va construyendo una especie de huella digital, que ha sido edificada sin su autorización, pero hay algo que es necesario aclarar, y es que los padres hacen esto sin la intención de dañar a sus hijos, pero no toman en consideración los graves riesgos para el niño o niña.
En este sentido, cabe recordar que una huella digital es casi imposible de borrar, ya que almacena toda la información suministrada por una persona en distintas plataformas; es decir, todo su paso por la red. Por este motivo, el sharenting es tan perjudicial, ya que al viralizarse algún contenido referente a nuestros hijos, aunque intentemos borrarlo en nuestro perfil, ya ha creado un rastro indeleble en la web.
Los expertos señalan lo siguiente:
El sharenting no solo trae como consecuencias las que ya hemos citado, sino que también, como los padres no piden permiso a sus hijos para compartir fotos o detalles de su crianza, cuando éstos llegan a la etapa de la adolescencia, muchas veces los hijos denuncian a sus padres debido a que consideran que tanto la información como las fotos publicadas en su infancia, han afectado su reputación y arruinado toda su vida.
Los padres deben considerar que cuando publican fotos de sus hijos en las distintas redes sociales, el derecho a su intimidad ha sido violado y su honor, de alguna forma, ha sido perjudicado.
Para evitar las consecuencias negativas del sharenting, hay que considerar algunos aspectos de nuestro uso de la tecnología digital.
En primer lugar, para evitar que nuestros hijos queden expuestos indebidamente por alguna fotografía, es importante que los padres comprueben los ajustes de privacidad; configurando el apartado de fotos para ser visualizado y compartido únicamente con familiares y amigos.
Del mismo modo, otro aspecto importante para evitar repercusiones desastrosas por el sharenting es desactivar la localización o ubicación de las imágenes; de esta forma, cuando una persona vea la fotografía no pueda reconocer el sitio donde fue tomada.
Asimismo, hay que mencionar que para evitar que el sharenting afecte la vida de adolescente o adulto de nuestros hijos, es primordial evitar subir fotos en sitios públicos de internet, como páginas sin cifrar o foros de comentarios, pues en estos espacios poco seguros se pueden filtrar y esparcirse por el ciberespacio.
Todos estos recursos nos ayudan a proteger a nuestro hijo de las consecuencias negativas del sharenting, del mismo modo, si nuestro hijo se encuentra en la edad de entender qué significa las redes sociales, preguntarle siempre por su consentimiento en el momento de publicar cualquier contenido en la red.
El sharenting puede tener consecuencias negativas como ya hemos visto, aunque la mayoría de los padres lo vean como un acto inocente. Sin embargo, no es el único acto que podemos cometer en el mundo virtual ingenuamente y pagando caro sus repercusiones. Por ello, es necesario conocer conceptos clave como privacidad, huella digital y el alcance de nuestras publicaciones.
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