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Las redes sociales están cada vez más presentes en nuestro día a día, trayendo consecuencias negativas: adicciones, filtros superando los límites de la realidad o el culto a la imagen. En los últimos años, el número de plataformas ha incrementado, haciendo que el usuario tenga a su alcance más de una, dos y tres cuentas de diferentes redes sociales a su alcance. Y uno de los fenómenos con más tendencia por estos tiempos dominados por las redes sociales es el FOMO (de las siglas del inglés Fear of Missing Out).
El FOMO es un fenómeno psicológico cada vez más presente en esta era digital. Se ha demostrado que el FOMO puede tener impactos significativos en la salud mental, el bienestar emocional y el comportamiento. Por ello, es importante conocer y comprender de qué se trata dentro del contexto en el que vivimos. A lo largo de este post, vamos a conocer en qué consiste el FOMO, qué provoca en las personas y cuáles son sus consecuencias. ¡Quédate y aprende sobre el FOMO!
Se refiere al miedo o la ansiedad que supone perderse una oportunidad, evento o experiencia, que impulsa a estar constantemente conectadas y pendientes de lo que el resto está haciendo. Este sentimiento se incrementa muchísimo más por el uso de las redes sociales y la exposición que se hace de las actividades "aparentemente emocionantes" de los demás. Estas plataformas digitales, con su flujo constante de actualizaciones y eventos, intensifica el miedo a perderse algo importante. Además, influye en la toma de decisiones, el comportamiento individual, en la salud emocional y en las relaciones interpersonales.
La adicción que tienen los usuarios de las redes sociales, se ha convertido en uno de los principales problemas en los jóvenes. El FOMO genera una sensación de ansiedad o temor a perderse algún plan, evento o experiencia, pero especialmente aquel momento que ocurre en cualquier red social. El FOMO (en inglés Fear of Missing Out) se refiere a la necesidad ansiosa de estar continuamente conectado a internet y participar en las redes sociales.
Las personas que sufren FOMO usan de manera excesiva las redes sociales impulsadas por el miedo a ser excluidas y perderse experiencias. Activan una rutina problemática donde es lo primero que hacen al despertarse y lo último cuando se van a dormir. El mal uso que hacen los usuarios de las redes sociales comienza cuando alivian algún malestar como el estrés, la soledad o depresión, refugiándose en ellas. Se ignora la realidad cambiada por la interacción virtual.
Proviene de la lingüista Donna Gibbs quien, a partir del 'ciberlenguaje', incluyó el FOMO (Fear of Missing Out) como una palabra que tiene "su propia marca de lógica peculiar", que está evolucionando a una velocidad sin precedentes dependiendo del ingenio y del humor. Con mucha presencia en varios diccionarios oficiales del mundo, la relevancia del FOMO ha ido creciendo paralelamente a la popularización de las redes sociales.
Hay una serie de factores que indican que estás desarrollando este tipo de ansiedad social. Veamos esas señales que ayudan a identificar:
Es un ciclo sin fin: el miedo psicológico a perderse experiencias alimenta más el abuso del uso del móvil para sentirse conectados y satisfacer las necesidades. Una vez comprobado que poseemos los síntomas del FOMO, llega el momento de padecer las consecuencias del FOMO.
Si de los factores o consecuencias vistas que provoca el FOMO, contienes alguno de ellos, debes cuidar el uso del móvil y consultar a un experto al respecto sobre cómo tratar las adicciones a las tecnologías. El móvil puede ser una herramienta útil, pero a la vez perjudicial, y su uso puede cambiar de ser funcional a emocional. Sabemos que todo lo que ocurre en las redes sociales pasa a una velocidad de vértigo, y en la mayoría de los casos, no deja huella. Por eso esa ansiedad por no querer perderse nada.
Es necesario distinguir la vida real presencial de la vida virtual. Dedica actividades gratificantes y busca formas de relajación que impliquen desarrollar relaciones sociales presenciales. Es necesario que quiénes sufren FOMO, sepan reconocerlo. Eso es un gran paso para comenzar a dejar de sentir FOMO. Otro de los consejos que te damos si padeces FOMO, es apagar el teléfono de vez en cuando o limitar el tiempo en las propias redes sociales de mayor vicio. Si no puedes estar desconectada
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